30 julio, 2017

Los principios se ponen a prueba cuando es más tentador abandonarlos (I)

Tengo meses pensando que debería escribir algo sobre lo que está pasando en mi país. Mi granito de arena providencial o tan sólo la catársis a la incertidumbre acumulada y borboteante que no sólo yo, si no muchos otros venezolanos llevamos dentro: como tanques cisterna deambulando cargados de algún líquido en constante ebullición y a punto de derramarse. Lo haré por partes. A continuación la primera...


Podría escribir algo visceral que subraye las repetidas violaciones y desmanes del régimen, las cuales van desde torturasasedios y destrucción de propiedad privada hasta incursiones ilegalesgolpizasdisparos a quemarropas,  múltiples asesinatos entre otras atrocidades (dixit Ministro de Defensa); enmarcadas todas en una brutalidad represiva que la maquinaria política oficialista (como muy bien lo pone Barrera Tyska) "(...) ha sacralizado hasta -convertir- en un acto heróico", haciendo de sus líderes (otroras víctimas y denunciantes) en siniestros remedos de sus antiguos opresores; con una escalofriante hipocresía que claramente dibuja cómo el Autoritarismo es fundamentalmente el mismo así se vista de Izquierda o de Derecha.

Luego, podría comentar cómo ese ciclo se está repitiendo entre algunos opositores, cuando responden al acorralamiento del gobierno con igual intolerancia, violencia, zaña; hasta el punto que turbas enfurecidas linchan, torturan y, según algunas fuentes: queman vivos a otros.

Violencia genera violencia y en el giro de ese ciclo todos seremos machacados como granos en un molino que parece jamás dejará de girar. Siempre habrá quien justifique ambos desafueros: apologistas de la venganza y el daño colateral, del "ellos" contra "nosotros"; pero es tan sólo otra cara del Autoritarismo, poco o nada más que eso. Pues en ese afán maniqueo callamos las víctimas inconvenientes y enzalsamos las que más nos sirven, para luego espetarnos mutuamente los nombres de unas y otras como si una muerte valiera más que otra... cuando en realidad, por horrible que suene, parece que ninguna vale nada.

Olvidan que los principios se ponen a prueba cuánto más tentador es renunciar a ellos. Cuando la tentación inmediatista de la respuesta violenta logra que aún así derrotases a tu "enemigo", este vencería al lograr que actúes igual que él.

Lo anterior no niega la responsabilidad directa e indirecta del gobierno en toda esta violencia. Ha sido el gobierno quien de manera sistemática ha acorralado toda opción institucional en un enfermizo afán por conservar el poder. Radicalizándose, porque sólo en la aplicación de la fuerza bruta percibe su supervencia. Nunca serán equiparables los crímenes o excesos de los que protestan con los de funcionarios públicos controlando esas protestas; porque la falta del funcionario es doble: como dueño del monopolio de la violencia y como agente de la ley. No es tan sólo responsable por cumplir dicha ley, si no de ejemplificarla.

El hecho que esto no sea vox populi, que no sea una perogrullada, demuestra lo poco que como sociedad democrática hemos avanzado desde que se declaró el inicio de la Quinta República.

El machista y enfermizo culto al hombre fuerte, usualmente personificado en el militar que hace valer su autoridad con carácter y violencia, es una tara de la que parece nunca habremos de librarnos y que en parte explica lo comentado anteriormente y cómo algunos creen que la respuesta del gobierno no sólo es de esperarse, si no incluso justificable.

Una manera de encapsularlo es un dicho repetido mil veces por mi padre: "El que no quiere balas, no va a la guerra". Bajo estos argumentos, si las protestas son violentas, el control de orden público sobre las mismas también debe serlo. Los que protestan deben "aprender y escarmentar"; hasta llegar al absurdo de considerar como atacantes militares a un grupo de protestantes lanzando piedras a instalaciones militares.

Este es un argumento que supone que las leyes son flexibles y discrecionales y por ende asume que el Estado no sólo tiene el deber, si no el derecho de imponerlas como mejor le parezca. Es fundamentalmente, un argumento facista, pues supone que el todopoderoso estado ejerce de manera discrecional la soberanía.

Siguiendo esta lógica absolutista, fácilmente derechos inalienables (como la libertad de expresión, identidad sexual, libre tránsito, protesta) son discresionales. Olvidan quienes defiende esta tesis el principio democrático bàsico de que la ley no existe para defender a las mayorías, porque éstas siempre podrán imponerse por medio de la fuerza y los votos.

El regímen verderamente democrático y moderno, por ser gobierno y tener jefatura del estado, se supone garante y promotor de la paz y defensor de la minoría vulnerada. Cualquier otro que no encarne estos valores, independientemente de su orientación política, sencillamente no puede denominarse democrático, ni mucho menos moderno.

Un ejemplo reciente de ello son las reacciones al impasse entre el Coronel Bladimir Lugo y el Presidente de la Asamblea Nacional, Diputado Julio Borges. El primero, un militar supuestamente encargado de custodiar a los diputados en el Palacio Federal, luego de que varios de sus subordinados fueron sorprendidos in fraganti cargando cajas marcadas como del CNE hacia su despacho, fue increpado por algunas diputadas quienes se acercaron a cuestionar esta maniobra. La discusión se acalaró hasta el punto que algunas adujeron fueron vejadas y golpeadas. Esto, que ya es lo suficientemente grave y delicado, no fue lo más resaltante. Momentos después entra Borges a conversar con el Coronel y este lo "recibe" instruyendo a un soldado que los grabe...



Lo curioso, lamentablemente, no es la actitud socarrona, machista y vulgar del Coronel, ni tampoco el empujón que le propina al mismísimo funcionario de cuya seguridad se supone responsable. Este señor, desde las letras con las que escribe su nombre deja claro que así esté obviamente equivocado asertará su razón por encima de todo. El vídeo es una explicación más del por qué estamos como estamos y cómo llegamos hasta aquí. El estamento militar hace mucho olvidó que está supeditado a lo civil y de hecho está convencido de lo contrario. Desde que elegimos a un ex militar para gobernarnos y este se rodeó de militares para armar ese gobierno, perdimos toda brújula y sindéresis en ese sentido. Las FFAA no son más que un cáncer que hizo metástasis sobre la república y por ahora pareciera que sólo una extirpación total podrá curarla.

Lo curioso son algunas de las reacciones que escuché y leí luego, no sólo a oficialistas, si no a opositores, sobre la falta de guáramo de Borges... le recriminaban que no fue lo suficientemente violento, que no fue lo suficientemente fuerte, que no fue el macho alfa que deja a su contricante reducido, que no tolera irrespetos, que no duda por un segundo recurrir a la violencia verbal, discursiva o incluso física.

Creo que en ciertos trasfondos le recriminaban que no fue lo suficientemente "militar". Claro que podría haberle contestado, claro que tenía argumentos para hacerlo, ¿pero a eso iba Borges?, ¿a que una cámara grababa cómo golpeaba o cómo recibía golpes?, ¿o fue precisamente a parlamentar?, ¿acaso no es él un parlamentario?

Confundimos la pasividad con cobardía demasiado fácilmente. Este es un país miserablemente valiente: lleno de coraje estúpido, lleno de rabia sin sesos. Terminaremos todos pulverizando a nuestros enemigos; todos con la satisfacción de tener el guáramo para asertar nuestra razón sobre la de los demás.

Y es así, en la justificación de la fuerza como único camino para ejercer el poder y para oponerse a él que estamos. Tanto en los seguidores del gobierno que justifican, la inocultable y vulgar represión de las fuerzas públicas, bajo premisas tan absurdas como defensa contra ataques militares o de reprimendas adecuadas a los excesos de quienes protestan; como en los opositores radicalizados que celebran la venganza criminal como una respuesta inevitable, demostrando lo fácilmente que renuncian a sus principios y la razón de su protestas (es, como poco, un enorme contrasentido protestar contra el fascismo, siendo fascista)

El gobierno condecoró a Lugo por lo valiente que demostró ser al empujar a un civil al que se supone debe defender. Creo que poco o nada más se puede decir que sea más contundente que eso.

24 julio, 2017

Cleptocracias multipartidista en vez de Democracias Iliberales por Branco Milanović

El día de ayer, el economista serbio-americano especialista en desigualdad económica, Branko Milanović, publicó en su blog una interesante reflexión sobre la verdadera naturaleza de algunos regímenes populistas actuales, entre los que incluye a Venezuela. Me tomé el atrevimiento de traducirlo y lo publico a continuación, con permiso de su autor. El original está aquí.

El término "democracia iliberal" fue introducido, creo, por Fareed Zakaria. Viktor Orbán, Primer Ministro húngaro y antiguo líder modélico de los reformistas y liberales de los noventa quien luego decidió pasar la hoja, lo utilizó como una insignia honorífica. Recientemente ha ganado popularidad como una forma de nombrar y explicar regímenes como el de Erdoğan en Turquía, Putin en Rusia y quizá Venezuela pueda ser colocada en la misma categoría también.

La implicación del término "democracia iliberal" es que el sistema que describe es democrático, en el sentido de que hay elecciones libres, prensa más o menos libre o al menos diversa, derecho de reunión, etc... pero los "valores" propugnados por el sistema son "iliberales": Erdoğan cree en la supremacía del Islam sobre los Derechos Humanos definidos por la Ilustración, Orbán cree en la "Civilización Cristiana", Putin en la "Espiritualidad Rusa", Maduro en la "Revolución Bolivariana". "Iliberal" también implica que el sistema es mayoritario en el sentido que ciertos derechos "inalienables" pueden ser suspendidos a través de una sencilla votación, hasta el extremo que una mayoría puede decidir negarle ciertos derechos (por ejemplo, libertad de expresión) a una minoría.

Esta definición en mi opinión, sobrestima el componente más importante de estos sistemas. El núcleo, o el objetivo deseado de esta nueva casta de regímenes cuasi democráticos es el multipartidismo en el cual, sin embargo, sólo un partido puede ganar. Rusia es la que ha ido más lejos en el camino de la "ingeniería electoral" donde aparentemente existe una democracia, múltiples partidos, etc. pero las reglas del juego son tales que sólo un partido puede ganar y a los otros, en función de su "maleabilidad" y cercanía al "partido del poder" se les permite participar en la repartición del botín.

Porque es precisamente la "división del botín" una característica crucial en estos regímenes. No comparten, como algunos comentadores creen, "valores" antiéticos y contrarios a los valores liberales occidentales. Más bien, creo, esos valores contrarios son simplemente inventados para proveer a los votantes la sensación que de hecho están votando por algún original programa "nacional", "casero", "anti-cosmopolita", mientras el objetivo real del partido del poder es controlar el Estado para poder robar, ya sea directa (a través de contrataciones sobregiradas o empresas estatales) o indirectamente (corrupción en el sector privado, y leyes y regulaciones vendidas al mejor postor)

Por ende, el partido en poder es simplemente robo organizado que para poder sobrevivir y prosperar, necesita pretender defender ciertos "valores" y, lo más importante, continuar proveyendo beneficios financieros a sus partidarios. El Sistema es entonces completamente clientelista. Funciona de manera muy similar al Zaire de Mobutu (descrito bellamente en el libro "In the footsteps of Mr. Kurtz" de Michela Wrong) Los tipos en el tope de la pirámide (Erdoğan y su hijo, Putin, Rothenberg y otros oligarcas, etc.) como Mobutu, toman la rebanada más grande del pastel, pero son más que nada, árbitros en el proceso de repartición del dinero entre varias facciones. Cuando se lee el libro de Wrong sobre Zaire, uno se da cuenta que Mobutu era el ápex de la pirámide, pero no era el dictador supremo que no le rinde cuentas a nadie. Para permanecer en el poder, tenía que mantener el apoyo de varios grupos que competían por dinero. Es así como Putin mantiene su poder, no como un dictador estalinista, sino como el árbitro indispensable, cuya partida súbita desencajaría al sistema de su balance hasta que, posiblemente tras una guerra civil, un nuevo árbitro, aceptado por la mayoría, emerja.

Cuando pasé un verano en Serbia y Montenegro fue que me di cuenta que esta particular naturaleza de las reglas combinada con clientelismo (el cual es crucial) y no una oposición a valores "liberales" es lo que los caracteriza. Montenegro había sido gobernada por un hombre, Djukanoviċ, por treinta años. Durante este tiempo, como Putin, ha cambiado la posición desde la que lidera: Presidente de su partido, Primer Ministro, Presidente del país. Aún más, el mandato de Djukanoviċ coincide con "valores" liberales occidentales en áreas como: derechos homosexuales, ambientalismo, desregulación, etc. Ha llevado a Montenegro al umbral de la Unión Europea y la ha incluido en la OTAN. Pero la estructura de su gobierno es equivalente a la de Putin: control del gobierno para poder robar, y distribuir esas ganancias entre sus partidarios (y por supuesto a sí mismo y sus adláteres)

Para que un sistema como este pueda sobrevivir necesita continuamente ganar elecciones, idealmente para siempre. Ben Ali y Mubarak que dirigían sistemas similares en Túnez y Egipto, eventualmente fallaron. Pero Djukanoviċ, Lukashenko, Erdoğan, Putin y Orbán no han fallado hasta ahora. De nuevo, es Rusia quien está a la vanguardia en esto. Para ganar elecciones, todos los medios son utilizados: a empleados del sector públicos se les "recomienda" con vehemencia que voten por el candidato "correcto" o el partido "correcto"; a la gente se les da celulares con los cuales pueden grabar su voto, y si votan "correctamente" se les permite conservar el teléfono (Montenegro utilizó esta técnica por más de una década), los votos son comprados directamente, o actas falsas son añadidas para sembrar confusión. El descarado robo de votos, falsificando los totales sólo como queda como ultima ratio. En Rusia, tal falsificación es difícil o imposible en las grandes ciudades pero muy plausible en pequeños pueblos o áreas alejadas donde los porcentajes del candidato "correcto" llegan a 90 por ciento o más.

Creo que no sería apropiado entonces considerar a tales regímenes como una especie diferente a los regímenes liberales occidentales. Sencillamente exageran algunas características que existen en democracias "avanzadas": venta de regulaciones y leyes se hace en ambos sistemas, pero se hace de manera más abierta y descarada en los "nuevos" regímenes; la creación de un segundo partido real en Rusia es tan difícil como la creación de un tercer partido en los Estados Unidos; la supresión de votos sólo es llevada un paso más allá. Amplifican, algunas veces de manera grotesca, los aspectos negativos de las democracias y suprimen, casi por completo, los positivos.

Pero la característica clave de los nuevos regímenes es que son Cleptocracias multipartidistas electorales, donde sólo un partido puede ganar.

01 mayo, 2017

Blogthrough o Bitácora de Lectura de "La Broma Infinita" Págs. 1-228

Versión castellana de DEBOLSILLO traducida por Marcelo Covián y revisada por Javier Calvo (Fuente)

Según la página oficial de David Foster Wallace; en mi mejor intento de traducción (lo que presiento estaré haciendo mucho en los próximos meses)
Una colosal y alucinógena comedia acerca de la Búsqueda de la Felicidad en Norteamérica, ambientada en un Centro de Rehabilitación de Adictos y una Academia de Tenis, y protagonizada por la más cautivadoramente jodida familia que haya aparecido en ficción reciente, "La Broma Infinita" explora preguntas esenciales sobre qué es el entretenimiento y porqué ha llegado a dominar nuestras vidas: sobre cómo nuestro deseo por él afecta nuestra necesidad de conectar con otras personas, y sobre qué dicen los placeres que exploramos sobre nosotros mismos. Partes iguales exploración filosófica y comedia estrafalaria, "Broma Infinita" trasgrede cada regla sobre ficción sin sacrificar ni por un momento su propio valor de entretener. Es una exploración exuberante y singularmente estadounidense de las pasiones que nos hacen humanos, y uno de esos raros libros que renuevan la idea de lo que una novela puede hacer.

Cada vez que alguien me ve con el mamotreto de 1300 páginas y de poco más de cinco centímetros y medio de espesor y me preguntan con genuina curiosidad de qué se trata el libro que estoy leyendo, tendría que recitarles las líneas anteriores y tratar de no parecer aburridamente fanfarrón al hacerlo. Ya me ha pasado en un par de oportunidades desde que deambulo con lo que parece un sonso texto académico de los que nadie lee por completo (incluyendo ejercicios, bibliografías, ilustraciones, respuestas a esos ejercicios y apéndices), y sólo he podido decir: "Es complicado", dejando un espacio incómodo en la conversación... "Trata de muchas cosas a la vez", "Es muy experimental"... y no sé si la otra persona piensa que estoy subestimándolo al no contarle más, o si pareciera que no quiero contarle... pero la verdad es que en ese momento no sabía muy bien qué decirle y me aterraba confesar que estaba perseverando por pura tozudez fruto de un estúpido orgullo intelectual y literario herido. Quizá (sólo quizá) ahora que voy más allá de las doscientas páginas, creo que puedo acercarme un poco más al quid, si es que para una novela como ésta algo así siquiera exista o siquiera importe que exista.

Hasta ahora sólo podría decir que "La Broma Infinita" significa muchas cosas distintas para muchas personas; que más que una novela, pudiera mejor describirse como una experiencia. Entre la infinidad de páginas web existentes sobre la novela y el mundo que encierra, existen guías sobre cómo leerla. Para mí la más esclarecedora es la de "Infinite Summer" (Verano Infinito) que más o menos se resume en las siguientes recomendaciones (de nuevo, soy yo traduciendo y esta vez de manera muy libre, de hecho en resaltado mis notas)


  1. No hay manera errónea de leerla: de atrás hacia adelante, boca abajo, cortada por la mitad (alguien aparentemente lo hizo), saltando trozos. Pero he aquí una guía para el "Bromista Infinito"
  2. Use marcalibros... y sí en plural, uno para el texto y otro para los abundantes Pie de Página o Notas al Margen o Notas y Erratas (que es como está en mi versión traducida)
    1. Lea las Notas: Por favor. No son un detalle bibliográfico aburrido, si no una parte integral del texto. El ir y venir es una característica del libro, no un error de diseño.
  3. Persevere hasta la página 200: Al principio poco o nada hará sentido. Hay varios famosos "apeaderos" en el camino a abandonar "La Broma Infinita". Quizá uno de los más populares sea "La Sección Wardine". Mientras las primeras páginas de "LBF" están entre las mejor escritas de todo el libro; la página 37 (47 en la versión traducida al castellano que es la que estoy leyendo, porque soy un cobarde) está en un torturador dialecto estilo "falso negroide"; no sólo intraducible al castellano si no de por sí potencialmente ofensivo en su versión original en inglés y generalmente difícil de leer. Persevere, aguante ahí. Ignore el parlamento regionalista y concéntrese en lo que los personajes están haciendo. Como la mayoría de las cosas en el libro (ojo con lo de la mayoría porque muy bien puede significar que hayan partes en las que no) necesitará saberlo para más adelante. De igual forma para los otros momentos difíciles en el primer quinto de la novela.
    1. Para mí el peor apeadero ha sido en la página 167, donde se simula un memo de un correo electrónico; o las abundantes Notas o Erratas en las que describen con química y técnica minuciosidad (hasta la fórmula orgánica) con la que se describen todas las drogas y fármacos mencionados... pero he aprendido a no obsesionarme con esos detalles, y sencillamente disfrutarlos confiando en que son música de fondo. Algunos ejemplos: Hidrocloruro de dietilpropión, hidrocloruro de metepredina, hidrcloruro de pentazocina, narcóticos analgésicos de grados C-II y C-IV (y la subsecuente explicación de qué significan dichos grados), psilocibina, monoamina oxidasa y una minuciosa explicación de cómo funciona un Espectómetro hasta el punto molecular.
    2. Otro apeadero a hacer notar es la historia de los yonquis: Servidor (yrstruly en el original... yo hubiese preferido traducir por algo más cercano al juego de palabra como "Suy0"), C. y Pobre Tony; la cual es un verdadero acto de prestidigitación cómo Marcelo Covián y Javier Calvo (traductor y revisor, respectivamente) lograron llevar al castellano y hacerla legible. 
  4. Confíe en el autor: Y allí apelo a lo dicho en 3.1. Alrededor de la página 50 (o quizá más temprano) una sensación de pavor puede que lo domine, sobretodo al darse cuenta de todo lo que se le pide recordar: infinidad de personajes yendo y viniendo, subtramas dentro de subtramas, oraciones de más de una página de longitud, y más. Debe confiar en que lo que al principio parecen un montón de viñetas desconectadas, de hecho harán sentido más adelante; que la conexión entre lo que parecen líneas argumentales disparatadas realmente se hace aparente con el tiempo. Pero al principio requiere algo de enfoque en las líneas argumentales locales y un salto de fe en que el big picture eventualmente se revelará.
  5. Marque, copie o ponga un marcalibros en la página 223 (257 en la edición castellana que estoy leyendo): La página contiene información que necesitará interiorizar (memorizar) o referirse constantemente para hacer sentido de la narrativa. Una vez que llegue a ella, márquela con un sticker, haga un doblez a la página, fotocópiela, coloque un (tercer) marcalibros... cualquier cosa que asegure que podrá conseguir fácilmente esta información cuando lo necesite.
  6. No haga lo que está a muriéndose por hacer en este momento: Es decir, ir a la página 257 y ver de qué estamos hablando. DFW ordenó el libro de la manera en que lo hizo por una razón y parte del paso 4 arriba mencionado trata de respetar esa razón. De hecho, lo conminamos a tomar el camino de ponerse los dedos en los oídos y gritar "LA-LA-LA-LAAAA NO PUEDO OÍRTE" en todo a lo que spoilers se refiera.
  7. Mantenga notas: Como si cargar con un libro del tamaño de un ladrillo no fuera suficiente, puede que también quiera llevar un cuaderno también; pues no siempre tendrás el obligatorio diccionario a la mano.
  8. Abuse de su copia: Cuando termine, la 257 no será la única página mutilada en su novela. El libertino uso de tape flags, post-it, resaltado y subrayado... o tu mecanismo de marcaje memorístico de preferencia, como medio de rastreo de pasajes claves a los que crees le gustaría volver más tarde (o compartir con otros) es altamente recomendado. Si no puedes mancillar tu copia, considera invertir en una segunda en la que sí puedas.
    1. En mi caso, ciertamente no creo que mi copia sobreviva intacta; ya varias manchas de salsas, grasas, tintas y lo que espero sea polvo parece que lo acompañarán por siempre; así como el irremediable doblez en su quebrado lomo, como si una lumbalgia aguda lo aquejase. 
  9. Use referencias en línea: Aquí una pequeña lista... por supuesto hay muchísimas más.
    1. Infinite Jest Page by Page: Notas página a página (en inglés) y sin spoilers. El que más estoy utilizando.
    2. Infinite Jest: a scene-by-scene guide: Guía por escenas. Con algo de spoilers. (en inglés)
    3. IJ Glossary: Glosario de términos (en inglés)
    4. El Lamento de Portnoy: Otro blogger con otro blogthrough (en español)
    5. Invierno Infinito: Algo como Infinite Summer, pero en español. De los bloggeros Antonio Díaz Oliva y Diego Zúñiga.
    6. Steve's Infinite Jest Utilities Page: Guía de utilidades, entre las que se incluyen un Buscador de Notas o Erratas, y resúmenes de capítulos. (en inglés)

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Supongo que es ahora cuando empiezo a narrar lo que ha sido hasta ahora leerla. En concordancia con las recomendaciones anteriores, al principio siempre me acompañó ese incómodo cosquilleo de que hay mucho que me estoy perdiendo. Que tendría que devolverme eventualmente y unir las piezas. Quizá lo haga, quizá no. Invertí (y aún invierto) mucho tiempo desmenuzando el texto y haciendo mil anotaciones para aclarar palabras desconocidas (rebuscadísimas algunas y otras sencillamente inventadas por DFW... algo en lo que se parece a García Márquez, quien tenía un poético talento para ello, sobre todo para hacerle creer al lector que dichas palabras inventadas realmente existían y era un error de la DRAE el no considerarlas), u oscuras referencias que en muchos casos me han ayudado bastante.

En términos generales la trama ocurre fundamentalmente en la AET (Academia Enfield de Tenis) en Massachusetts; en algún lugar del futuro cercano (el libro fue publicado en 1997; por lo que muy posiblemente sea nuestro presente ese futuro) y es un tanto escalofriante el talento con el que Wallace pinta ese futuro cercano y se acerca a la realidad de nuestro presente... también cómo en otras cosas no necesariamente acierta, aunque es un poco extraño que no sea así. Como ejemplo de esto me intrigó el pasaje donde explica el por qué las vídeollamadas fracasaron como negocio por la irremediable aversión que la mayoría de la población sentiría a tener que mostrarse en todas sus conversaciones cotidianas... y me recordó a cómo aún es poca la gente en mi ambiente de trabajo que "comparten imagen o pantalla" en conversaciones sobre Skype. A su vez, en este futuro, algo pasó en Norteamérica: una especie de guerra entre Estados Unidos y Canadá que culminó en la formación de una sola nación o unión de naciones: la ONAN (Organización Norteamericana de Naciones) de la cual la provincia francesa de Canadá, ahora llamado Nuevo Québec se mantiene separada y en una especie de guerra fría con la ONAN, y por la que hay todo un complicadísimo y a veces ridículo juego de espionaje, contra-espionaje, contra-contra-espionaje, triple contra-espionaje y así sucesivamente... que me recordó a un capítulo de Friends. También está la Ennet House para la Rehabilitación del Alcohol y las Drogas, que hasta hace muy poco caí en cuenta que era otro de los escenarios de la novela (y es aquí donde el Punto 4 de las recomendaciones anteriores toma aún más valor), la cual colinda con la AET.

El consumo de drogas es increíblemente cotidiano, pero aún se mantiene oculto a las figuras de autoridad. Al menos en la AET prácticamente todos los alumnos se dopan y de maneras diversas y complicadas. Hay par de pasajes exquisitamente escritos sobre la complicada relación de dos personajes fugaces con la marihuana.

La familia principal de la historia son los Incandenza:
  • James O. Incandenza: Patriarca, quien aparte de fundador de la AET (academicista y excelente jugador de tenis), también fue un consumado físico óptico y prolífico cineasta. Es una figura lejana porque se suicidó en algún momento en el pasado metiendo su cabeza en un horno microondas. Sus hijos le llaman Himself ("Él Mismo") y la influencia sobre ellos es basta y profunda. Un hermoso y logrado pasaje narra cómo el padre de James (Jim) en los sesenta trata de inculcarle por un lado, un complejo sistema de creencias en los que prevalece un culto desmesurado al cuerpo como extensión de la mente, del que de alguna manera Marlon Brando es culpable que no se observe más; y por otro, le habla del talento desperdiciado y del fracaso. Por cierto, una de las Notas o Erratas más largas y geniales, de casi 10 páginas, es la filmografía completa de Incandenza... una de sus películas se titula: "La Broma Infinita"
  • Hal Incandenza: El menor de los tres hermanos (y cómo me costó darme cuenta de esto), otra estrella del tenis; con una memoria prodigiosa a lo Funes, pero que, hasta donde he entendido, entra en estados epilépticos cuando empieza a explicarse o hablar, porque cuando era niño comió moho. De más decir que se droga con pasmosa frecuencia y armado de todo un sistema para ocultarlo.
  • Mario Incandenza: Hermano del medio, enano y deforme, y probablemente autista; con lo cual rompe con la tradición atlética de su abuelo, padre y hermanos, por lo que se ha dedicado a continuar los pasos cinematográficos de su padre.
  • Orín Incandenza: El primogénito y estrella del fútbol americano, que ya no vive en la AET. Sufre de aracnofobia, entomofobia, acrofobia y una rara fobia a las madrugadas... todas paralizantes. Está en Tucson por algún motivo que no recuerdo.
  • Avril Incandenza: Matriarca viuda, ahora encargada de la AET junto a su medio hermano C. T. Canadiense quebequense, que odia cenar temprano. Agorafóbica. Recuerdo poco más y he anotado menos.

Hay otros personajes de cierta importancia, pero imagino hablaré de ellos con mayor detalle en otras entregas. La única que traeré a colación es la enigmática Madame Psicosis, quien aún no estoy seguro del todo sea una necesariamente una mujer, pero que aparte de protagonizar algunas de las películas de James O. Incandenza, tiene un programa de radio nocturno diario (12 a 1 am) transmitido desde el nuevo edificio del MIT, que aparentemente tiene ahora la forma de un cráneo humano, y que posee una enorme y fiel audiencia; entre la que se cuenta, Mario. Por cierto, pareciera que hay un droga DMZ que le llama como ella.

Otra cosa a resaltar es que aparentemente los años, luego de la creación de la ONAN, o según he leído en otras fuentes, cerca del 2000, empezaron a ser patrocinados o como le llaman en las novelas Tiempo Subsidiado; es decir ya no se cuentan progresivamente, si no que se llaman según el producto o compañía que pagó para que así fuera. Esto me recordó a los teatros y estadios que ahora llevan nombres de marcas comerciales, y me pareció pasmosamente aterrador. Una cronología muy aproximada, porque no me ubico aún del todo bien, y no creo que lo termine de hacer es:

Año de la Hamburguesa Wopper
Año del Parche Transdérmico Tucks
Año de la Muestra del Snack de Chocolate Dove

(...)
Año de Glad

Otro detalle, el entretenimiento visual en general ya no es transmitido, si no que se consume a través de unos cartuchos producidos por una sola compañía que los centraliza. Uno de ellos, aparentemente es tan adictivo que quien lo llega a ver queda en un estado catatónico irreversible, y es lo que le sucede a un attaché diplomático saudí y es narrado en pequeños trozos intercalados a lo largo de las primeras 90 o 100 páginas. Un mes luego, la novela, al mejor estilo fílmico nos muestra un escenario desértico en el que una figura en silla de ruedas y un travestido ven la puesta del sol en Tucson y discuten dicho film. La historia de estos dos personajes está llena de anécdotas intercaladas, monólogos y apenas atisba el enrevesado pero fascinante problema geo-político al que hice una pequeña alusión más arriba.

En algún punto se describe una manada de hámster salvajes invandiendo el medio oeste. Aún no sé qué tiene que ver con nada, pero me pareció divertidísima. En otro, se narra la muerte de una mujer que llevaba su corazón artificial en la cartera y es asaltada. Existe todo un mercado de orina limpia, de la cual se lucra uno de los estudiantes de la AET. 

Ahora una lista de los términos inusuales y únicos, sin ton ni son. Todos los he investigado, pero no tendría sentido listarlos aquí con su correspondiente significado; creo que sería más entretenido si quien lee lo haga por cuenta propia.

Inmanente.
idiot savant (las expresiones en francés y latín abundan)
Infantófilo.
Etiología.
et al (latín)
comme-il-faut
Hiperaduposidad
Fosfeno
Dipsomanía.
Nadir.
après-garde
Psicodisléptico.
in medias
ethos, etos
pathos
Frontispicio
Socarrar.
Ideación e intento suicida.
Hipocapnia
Disforia
Inquina
Urémico
Leptosomático
Pos y prepandrial
Quincunce
Bradicinesia
Diagnato (esta parece sencillamente inventada por DFW, ni se molesten)
Samizdat.
Stenographer-con-jeunne-fille-de-Vendrevi (no está así en la versión castellana)
Somático
Pedalferroso
Teratogénico
qua
Halación
Acutancia
Efebo
Atavismo
Cigomático
Carminativo
Sang froid
Creosota
E Unibus Pluram
Solipsismo
aperçu
Apalizar
Condestable
coiffure
les salles à dancer
Eidético
DEUS PROVIDEBIT (así en MAYÚSCULAS)
No les diré por qué pero deben saber que en EEUU legalmente borracho es por encima de 0,08.
& c (tampoco en la versión castellana, pero básicamente una corrupción del et cétera)
Panagorafobia.
pünch (otra palabra inventada por DFW, supuestamente alemán. Ni se molesten)
Diletante
dento-dermal
éclat
vade mecúmico (¡excelente traducción!)
Rutilante
senza errori (y aquí empezamos con el italiano)
Veld (es un sitio)
sui testator
Ibíd
infra

Y así se ve hasta ahora mi copia...




01 abril, 2017

El Problema Diabólico por David Remnick

A principios de Marzo, me topé con este artículo de The New Yorker y no pude soltarlo hasta leerlo por completo. No conseguí una versión en castellano y dado que tendría tiempo me dediqué a traducirlo al completo. Fue publicado en Abril de 1995; pero lo que allí se cuenta y el impacto que Elaine Pagels tuvo y tiene sobre historia de la religión, sigue siendo de gran importancia. Creo que me conmovió especialmente porque me encontraba leyendo al momento "Dios no es bueno" de Christopher Hitchens.

Como en oportunidades anteriores aclaro: la traducción es mía, los vínculos e imágenes los agrego yo. No lo hago con ningún fin de lucro, ni de violación de derechos de autor, sino tan sólo de divulgación. Su autor es David Remnick. Incluyo también la fuente de las ilustraciones en la medida de lo posible.

Imagen de Tulio Pericolli para el mismo artículo
Imagen de Tulio Pericolli para el mismo artículo (fuente)
Hace dieciséis años, Elaine Pagels (quien para el momento estaba en su treintena y era profesora del Barnard College) destruyó el mito que el Cristianismo Primitivo era una movimiento de fe unificado. Es una rareza para un académico tan joven alterar, siquiera levemente, la visión histórica sobre algo tan vasto y esencial como la religión predominante del Mundo Occidental. Usualmente, sólo los físicos y los matemáticos pueden albergar esperanzas de entrar a su edad madura temprana dejando su marca académica; de hecho, para ese tipo de científicos pasar por sus treinta sin esa distinción puede ser indicativo de desesperanza… o de un futuro como administrador universitario. Los historiadores, en cambio, no pueden confiar en su intuición o rapidez mental. La historia es un arte, no sólo de la imaginación pero también de la acumulación, de lenguajes, lecturas, viajes y perspectivas. Pagels, quien ahora es Profesora de la prestigiosa cátedra Harrington Spear Paine en la Universidad de Princenton, ha acumulado miles de horas en la biblioteca, el aula y los archivos y tiene un manejo competente del griego, latín, hebreo, francés, italiano y copto: una aljaba bastante apropiada para un especialista en Cristianismo primitivo. También, en ese asombrosamente temprano momento en su carrera, logró dar en la diana académica. En 1979, Pagels publicó “Los Evangelios Gnósticos”, un breve y elegante análisis de una serie de documentos antiguos conocidos en colectivo como la Manuscritos de Nag Hammadi

Así como Edmund Wilson señaló para el público general la importancia de los Manuscritos del Mar Muerto, Pagels explicó el valor y significado de un legajo de papiros desenterrado en 1945 en el desierto egipcio por un campesino llamado Muhammad Ali al-Samman, quien mientras cavaba cerca del pueblo de Nag Hammadi en busca de sabakh (un suelo suave utilizado como fertilizante) encontró un jarrón rojo de barro. Pensando que podría contener oro lo rompió con su azadón y encontró trece libros de papiro encuadernados en cuero. Esa noche, su madre quemó buena parte del hallazgo como encendaja para el horno. Lo que no quemó terminó en manos de contrabandistas, comerciantes de antigüedades y, eventualmente, estudiosos del cristianismo de los Siglos I y II.

A través de una lectura cuidadosa de los cincuenta y dos textos sagrados que sobrevivieron (traducciones coptas de originales griegos, algunos tan viejos como los cuatro Evangelios) Pagels dejó claro que el Cristianismo Primitivo o Paleocristiniasmo era mucho más complicado que lo que nadie hubiese imaginado. Aparte de un enorme y diverso compendio de poemas, cantos, mitos, evangelios, documentos paganos e instrucciones espirituales; los textos son además evidencia inconfundible de un fiero debate teológico y de una tradición alternativa entre los primeros Cristianos (una especie de variante mística, muy parecida a la tradición Zen en el budismo, Kavala en el Judaísmo, Sufismo en el Islam) Pagels argumenta que los primeros Padres de la Iglesia, en su intento de eliminar esta cristiandad más experimental en favor de una institución ortodoxa (una iglesia universal o católica) declararon a los textos heréticos. Es posible que los miembros de esta secta, los gnósticos hubiesen enterrado los textos para evitar las brutales purgas dirigidas por Atanasio el notorio Obispo de Alejandría. 

San Ireneo
Public Domain (fuente)
A pesar que muchas de las historias dentro de lo que se convirtió en el Nuevo Testamento (el nacimiento de una virgen, la resurrección de Cristo) son al menos tan extraños como cualquier cosa en los textos gnósticos, los líderes de la Iglesia canonizaron los Evangelios atribuidos a Marcos, Mateo, Lucas y Juan como una base confiable para una organización con un atractivo masivo. El gnosticismo, con su énfasis en la divinidad individual y una comunión personal inmediata, era una amenaza a la autoridad de los obispos y sacerdotes. Su sugerencia, por ejemplo, que la Resurrección de Jesús era una visión mitológica, en vez de como lo aseveran los Evangelios Sinópticos, un evento histórico; era intolerable y también lo era la noción que Dios era tanto madre como padre de Jesús. Así, en el Siglo II una ortodoxia empezó a tomar forma y junto a ella, cierto temperamento. Ireneoel Obispo ortodoxo de Lyon y uno de los cruzados principales contra los gnósticos declaro que, mientras ciertos herejes “hacen alarde de poseer más evangelios que los que realmente existen”, ningún líder de la Iglesia debe “sin importar cuán dotado sea en asuntos de elocuencia, enseñar doctrinas distintas a las de éstos”

“Los Evangelios Gnósticos” ganó el National Book Award, el National Book Critics Circle y el elogio de los colegas profesionales de Pagels. Harold Bloom, un crítico literario con una especialización en gnosticismo, acreditó a Pagels (en el Washintong Post) de poseer “un academicismo devoto y sólido”. Varias otras reseñas resaltaron su destreza como una educadora ingeniosa y concisa. De manera notable, logró presentar un argumento complicado a una audiencia popular sin saltarse las demandas de una tesis académica.

En los años que siguieron al éxito de “Los Evangelios Gnósticos” su autora pareció llevar una vida de invariable buena fortuna. Su futuro profesional era ilimitado, su vida personal una fuente de placer y vitalidad. Su matrimonio con el físico Heinz Pagels era una unión de intelecto y espíritu. Heinz era un investigador, escritor, Director Ejecutivo de la New York Academy of Sciences, activista por los derechos humanos y un famoso anecdotista encantador. “En muchas formas, eran la pareja perfecta”, recuerda Elizabeth Diggs, dramaturga y una de las amigas más cercanas de Elaine. “Heinz era alto, rubio y fabulosamente buenmozo. Era brillante y bueno. Tenía defectos… podía alardear demasiado de la gente importante que decía conocer, pero en general era un hombre bueno y profundamente moral. Heinz sentía más pasión y amor por el mundo que cualquier otra persona que jamás haya conocido. Era el complemento perfecto para Elaine, la adoraba y la apoyaba por completo. Más que apoyarla, abogaba y peleaba por ella."

En 1980 Elaine dio a luz un hijo, Mark. Cuando tenía dos años, fue diagnosticado con una enfermedad respiratoria que inevitablemente acortaría su vida, esta noticia atormentaba a la familia, pero aun así vivieron una existencia casi ideal. Elaine comenzó a trabajar en un estudio sobre la historia de Adán y Eva y la forma en que Augusto de Hipona la había reinterpretado en el Siglo IV como una parábola de pecado inherente en vez de libertad humana. Heinz se volcó incrementalmente a escribir libros populares sobre física y en estudiar el campo emergente de Teoría Compleja. Mark creció para ser un muchachito radiante e inteligentemente precoz, quien iba a todos lados en Nueva York con sus padres (usualmente a hombros de Heinz): al Planetario Hayden, el Museo de Historia Natural, a las embarcaciones atracadas a lo largo del Hudson, las galerías del East Village. En 1986, Elaine y Heinz adoptaron un segundo niño, una pequeña llamada Sarah.

El 10 de Abril de 1987, a los seis años y medio de edad, Mark Pagels murió.  A medida que se hacía mayor sus pulmones no crecieron apropiadamente y perdieron su elasticidad. Para el momento en que Elaine terminó el manuscrito de “Adán, Eva y la Serpiente” y Heinz terminaba su estudio de Teoría de Complejidad titulado “Los Sueños de la Razón” se encontraron dedicando ambos libros a la memoria de su hijo fallecido. Sus amigos recuerdan que al salir de la misa funeraria en la Iglesia del Descanso Divino, en la Quinta Avenida de Nueva York, vieron hombres y mujeres sollozando sin tapujos a medida que bajaban las escalinatas, “He estado en sabe Dios cuántos funerales y sin embargo éste pareció romperle el corazón a todos”, dijo uno de sus allegados.

Mark y Heinz Pagels
alrededor de 1980 (fuente)
Durante el año siguiente, Elaine y Heinz se hundieron en un duelo impensable, un dolor digno de Job. “Ausencia cruda, tristeza, duelo estúpido” llegaría a llamarlo Elaine más adelante. Pero se rehusaron a sucumbir a la desesperanza. Aún tenían a su hija, Sarah y luego que un año pasara adoptaron otro niño, David. Especialmente era Heinz quien proveía un espíritu y perspectiva que ayudó a la familia a moverse hacia adelante. En “El Código Cósmico”, un estudio sobre física moderna publicado en 1982, concluía con una gozosa meditación sobre el placer de entender, incluso enfrentando la muerte, algunas de las estructuras y lógica del universo.

“Solía escalar montañas en medio de nieve y hielo, colgando en los costados de grandes rocas. Una vez le describí una de mis aventuras a un amigo mayor que yo y al terminarla me preguntó, ‘¿Por qué intentas matarte?’
Protesté. Le dije que las recompensas que buscaba eran de perspectiva, placer, de la emoción de enfrentar mi cuerpo y habilidades contra la naturaleza. Mi amigo replicó, ‘Cuando seas tan viejo como yo te darás cuenta que estás tratando de matarte’. Soñaba frecuentemente que caía. Este tipo de sueños son normales entre los ambiciosos o aquellos que escalan montañas. Últimamente soñé que me aferraba a la ladera de la montaña pero no me sostenía. La gravilla cedió. Me agarré de un arbusto, pero se salió y horrorizado caí al abismo. De repente me di cuenta que mi caída era relativa, no había fondo ni final. Una sensación placentera me sobrecogió. Caí en cuenta de lo que me personifica, el principio de la vida, no puede ser destruido. Está escrito en el código cósmico, en el orden del universo. Mientras continuaba cayendo en el oscuro vacío, abrazo por la bóveda celeste, le canté a la belleza de las estrellas he hice las paces con la oscuridad”

Al comienzo del verano de 1988, sus amigos empezaron a pensar que Heinz y Elaine empezaban a emerger del shock de la muerte de su primogénito. Ese Junio, la familia fue a Aspen, donde Heinz podría trabajar en el Centro para la Física, Elaine podría leer, y ellos y los niños podrían relajarse juntos. Seth Lloyd, un joven físico quien estaba trabajando con Heinz en Teoría de Complejidad, recuerda que el verano empezó con un aura promisoria: “Elaine y Heinz realmente parecían felices”, dice. “Parecía como si realmente hubiesen logrado cruzar al otro lado”

En Aspen, Heinz y algunas veces Elaine, hacían largas excursiones en las colinas y montañas. En la mañana del 24 de Julio, Heinz y Seth salieron por una caminata larga ascendiendo a Pico Pirámide, una montaña de más de 4000 metros en el Elk Range, a las afueras del pueblo. Elaine se quedó en casa. Seth era un escalador experimentado, pero nunca había subido Pico Pirámide. Heinz sí, por lo que tomó la delantera. “La única razón por la que podría haber peligro en Pico Pirámide es porque existe el riesgo de piedra desmoronándose y cayendo”, dijo Lloyd. “Sin eso, es más una excursión que una escalada. Es sólo en los últimos 300 metros que tienes que usar tus manos. Cerca del mediodía llegamos a la cima y nos quedamos por una hora. Era un día agradable con amplias y claras vistas. Almorzamos y luego empezamos el descenso”

Pyramid Peak (fuente)
De niño, Heinz habría sufrido de polio. Esa condición lo dejó sólo con tobillos debilitados y muy pocas otras señales externas. De vez en cuando, escalando o sólo caminando por la calle, se tropezaba, pero no era muy frecuente. Utilizaba botas de excursión ordinarias para escalar Pico Pirámide. “Habíamos descendido unos 800 metros, quizá unos 120 metros verticales desde la cumbre y llegamos a un punto complicado en el borde con un fondo muy profundo” continúa Lloyd. “Heinz iba en frente. Al final del borde hay un sitio donde debe saltarse a una silla, un pequeño columpio, es un salto de un metro, nada que un niño no pudiera hacer, pero Heinz tenía esos tobillos débiles y cuando aterrizó en el borde, cedieron. Resbaló y cayó. Eso fue todo, un resbalón. Heinz cayó a través de una calzada en un estrecho barranco y fuera de vista. Trató de salvarse, pero no tenía nada a lo cual aferrarse” Tres horas después de la caída, un equipo rescatista encontró el cuerpo de Heinz Pagels, 600 metros por debajo del punto donde cayó. Tenía cuarenta y nueve años.

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En Junio, Elaine Pagels publicará un nuevo libro, “El Origen de Satanás”. Breve y lúcido, es un intento de describir la forma evolucionada del Diablo en la literatura sagrada judeo-cristiana y el alza de la demonización, una práctica que ha aterrorizado dos mil años de historia. Para Pagels la demonización es un elemento crucial y terrorífico del Cristianismo. Lo que empezó como la retórica estratégica de una secta minoritaria, una manera de definirse y afirmarse a sí misma, se convirtió en la justificación moral y a veces psicológica de una religión mayoritaria, para llevar a cabo persecuciones: primero de judíos, luego de romanos y  herejes; todos los oponentes, reales o imaginarios.

Satanás tentando a Cristo,
cuadro de Ary Scheffer (fuente)
Pagels, como muchos otros escolares, comienza por observar que aunque todo tipo de ángeles frecuentan la Biblia Hebrea, los seres demoníacos están prácticamente ausentes. son agentes de obstrucción en el Libro de Job y en Números, por ejemplo, pero aun así son miembros de la corte celestial. Esto cambió con el alza del sectarismo. Para dos sectas judías del Siglo I: los Esenios (quienes se extinguieron y se convirtieron en una curiosidad histórica) y los seguidores de Jesús (quienes prosperaron), varias figuras llamadas de distintas maneras: Satanás, Belial o Belzebú aparecen como el Gran Otro en una guerra cósmica y resquebrajarían la unidad de la corte celestial. Pagels perfila la manera en que los cuatro evangelistas (quienes probablemente escribieron sus obras en los años 60 y 70, justo después de la destrucción por los romanos del Templo de Jerusalén y la dispersión del pueblo judío) le dieron forma a sus historias e imaginería buscando unificar a los seguidores judíos de Jesús. La tipología de "Dios y Satanás", "Nosotros y Ellos", aparece. A pesar que los evangelios cuentan una historia moral de Jesús (sus lecciones caritativas, de redención y de amor) también cuentan otra paralela en la que sus enemigos amenazan la unidad tribal en la tierra y son, más veces que no, encarnaciones de Satanás. Esta segunda historia en la que los evangelistas crean una psicología de guerra cósmica, ha influenciado el curso (el trágico curso) de toda la historia occidental.

Pagels comienza el texto con detalles que le ayuden a rastrear la primera aparición de Satanás. El Evangelio de Marcos, por ejemplo, se desvía de la tradición judía y describe (3:23-27) al ministerio de Jesús en batalla constante contra el reino de Satanás. Para los evangelistas, el primer enemigo era “el íntimo enemigo”, es decir, la mayoría de sus correligionarios judíos que no seguían a Cristo. La creación de un Satanás poderoso en la cosmología cristiana ortodoxa se convierte no sólo en el fundamento del antisemitismo pero en un patrón para interpretar al mundo. Pagels nos dice: “Tales visiones han sido incorporadas dentro de la tradición cristiana y han servido para, entre otras cosas, confirmar a los creyentes su identificación con Dios y demonizar a sus oponentes; primero otros judíos, luego paganos, y más adelantes disidentes cristianos llamados herejes”. Esta visión apocalíptica, cuya victoria está asegurada a aquellos que se mantuvieron del lado de Cristo, “ha enseñado incluso a gente secular a interpretar la historia cultural occidental como una moraleja, en las cuales las fuerzas del bien contienden a las fuerzas del mal en el mundo” La demonización es crucial para el lenguaje y pensamiento de los fundamentalistas, desde Pat Robertson hasta los Ayatolá; durante la Guerra del Golfo estaba presente en la retórica de Saddan Hussein y George Bush Padre. También inclusive entre fundamentalistas seculares: la retórica de Lenin, su predicción de una victoria global sobre los infieles capitalistas, toma prestado de la tradición religiosa que prometió enterrar.

Curiosamente, “El Origen de Satanás” comienza con un momento personal muy íntimo, una pista de cómo Pagels transformó el dolor en investigación:
“En 1988, mi esposo por veinte años murió en un accidente escalando. Yo me hice consciente al igual que mucha gente que pasa por el duelo, que vivía en presencia de un ser invisible… es decir, convivía con la vivaz presencia de alguien que ha muerto” 
Es un momento enigmático y fascinante, pero, tan pronto como Pagels sube el telón de su proceso creativo en “El Origen de Satanás”, lo vuelve a bajar.

Caricatura de Pagels por David Levine para
The New York Book Review (fuente)
Cuando conocí a Pagels por primera vez, me recordó a una caricatura de Einstein, el académico soñador caminando por Nassau Street, sus llaves sobresaliendo de un bolsillo, una pluma goteando en el otro. Pagels, también tiene una expresión engañosamente ausente en el rostro que muestra al mundo. Como siempre está corriendo de un compromiso a otro, usualmente es impuntual, olvida y pierde cosas y parece un tanto desvalida. Su relación con el mundo ordinario parece a veces insegura. Cuando viajamos juntos de Princeton a Harvard, los horarios de los trenes y las puertas de los aeropuertos parecían desconcertarla. De una manera anacrónica, incita a ayudarla. No puedes resistir cargar su maleta o chequear su frente a ver si tiene fiebre, y aun así, es enormemente fuerte. Pagels no sólo sobrevivió dos tragedias en apenas quince meses, pero desde entonces ha escrito otro libro, criado a sus hijos y tutelado a sus muchos estudiantes. Según muchas fuentes es una buena colega y amiga devota. Su mente es rápida y generosa. A los cincuenta y dos años, posee una apariencia gentil y diligente (una cara redondeada, amigable, cabello rubio algo etéreo) y sin embargo al conversar es feroz, enfocada, desmonta las preguntas insensibles y se deleita en las inesperadas. Cuando da sus clases de un curso sobre el Nuevo Testamento (Lunes y Miércoles a las 10am) más que pasear por el púlpito, lo acecha. Pagels irradia tanta intensidad que de alguna manera es inevitable imaginar un cigarrillo consumiéndose rápidamente en su mano, pero no lo hay, ella no fuma, pero sí pareciera arder por sí misma.

“En un momento de mi vida tuve que tomar una decisión” me dijo un día mientras trataba de seguirla más allá de una señal de Pare en la calle (una minivan marrón a unos 50 kph por poco nos atropella) “Tuve que decidir si tendría mucho o poco en mi vida”, continuó. “Estudios, niños, amigos, viajes, todo ello. Esa fue una decisión sencilla. Escogí mucho”

Luego de leer el manuscrito de “El Origen de Satanás”, le pregunté cómo la muerte de su esposo e hijo pudo conducirla a un estudio sobre el demonio.

“La tragedia… las tragedias, fueron absolutamente devastadoras, inimaginables”. Su voz estable, deliberada. “Estás apenas empezando a creer que puedes pasar por una tragedia y comenzar de nuevo y luego esto nos golpea, la muerte de Heinz. David tenía tres meses y Sarah dos años y medio cuando Heinz muere. La idea de criar a estos niños sin él era inconcebible. Pero la pregunta era: ¿puedes superarlo? Encontré que en momentos de duelo, la iglesia tiene poco que decir. Es demasiado lejana. Las técnicas de meditación que aprendí de los monjes trapenses en Colorado fueron más útiles. Pero sólo el imaginar hacer cualquier cosa era tan difícil. Me retraje de la docencia y me fui por un año al Instituto de Estudios Avanzados a investigar. Mayormente, pasé tiempo con mis hijos y amigos, leyendo, escuchando música”

Luego de una pausa, continua: “Cuando dos cosas como éstas pasan, uno se pregunta, ¿cómo puedo afrontarlas?, te preguntas, ¿qué pasó con el sentido de proporcionalidad en el universo? Pero el universo, por supuesto, no se trata de eso. Heinz tenía cierta noción de ello... su trabajo sobre el caos, Teoría del Caos. Pero en mí misma, inclusive en mí misma que fui creada por ateos, había una percepción subliminal de un universo ordenado moralmente. Mira la historia de Sodoma y Gomorra en la biblia hebrea. Es un relato sobre como un rasgo del universo natural, un volcán, destruye dos ciudades. El escritor trata de describir cómo cada uno de los hombres en esas ciudades era maligno y por tanto todos fueron destruidos por el volcán. Pero erupcionar es sencillamente lo que los volcanes hacen. Lo hacen, sin importarles si quienes se encuentren a su paso son buenos o malos. Es así como empecé a pensar acerca de estas historias y estas preguntas y a tratar de sustraerme de esa posición subliminal en la que un orden está presente. Empecé a ver y darme cuenta de la extensión en la cual percibo cosas a través de esta idea de un universo del bien y del mal. No importaba que no fuera creyente en el sentido tradicional. Estas historias, creas en ellas literalmente o no, son sombras: la arquitectura mental en la que vivimos, y lo impregnan todo.

El tipo de respuesta que la mayoría tendríamos ante tal evento sería en pensar en el mismo como si fuese parte de un universo ordenado moralmente, como si Dios hubiese planeado castigar a alguien. Esto a mí me parecía imposible y extraño. Sin embargo es un patrón que funciona psicológicamente dentro de uno mismo. El impulso es preguntar, '¿por qué a mí?' No podría ser sencillamente insignificante, mucho más que el nacimiento de un niño maravilloso podría ser insignificante. Empecé a pensar en cómo los griegos y romanos imaginaron a las fuerzas naturales como poderosas fuerzas benignas o malévolas, que o concedían vida o la destruían, mas no era un asunto de intencionalidad. Zeus, Apolo y el resto de dioses afectaban tu vida sin pensar en ello, sin intención alguna”. Luego de las muertes de Mark y Heinz, Pagels se preguntó cómo la gente enfrentaba la catástrofe, dónde enfocaban su rabia, “Para los más religiosos… bueno, algunos se enfadarían con Dios; pero eso a mí no me hacía sentido. En la iglesia antigua, se enojaban con Satanás. Eso parecía tener más sentido, por lo que tuve que preguntarme, ¿qué es Satanás?, ¿qué es el diablo?”

***

Elaine Hiesey Pagels creció en un mundo en el que la idea de plantearse tales preguntas, o de estudiar la religión como una disciplina académica era un poco ridícula. Su padre, profesor de biología de Stanford, era Protestante pero casi agresivamente inobservante. Consideraba su religión obsoleta. A sus ojos había habido una línea progresiva en la historia de la humanidad de la magia a la religión y luego a la ciencia. En parte por curiosidad y en parte por la adolescente búsqueda de cómo enloquecer a sus padres, Elaine empezó a ir a la iglesia evangélica local cuando tenía trece años. Tuvo éxito en su rebelión pero dejó de ir un par de años después, cuando decidió que las historias e instrucciones de la biblia estaban siendo entendidas demasiado literalmente. Su persistente ambivalencia es de moderna familiaridad: un constante ir y venir entre la necesidad o interés espiritual y la renuencia a acatar las ortodoxias de cualquier iglesia. Aún en la actualidad, cuando a Pagels le preguntan si es creyente, responde: “No exactamente”, o “No en el sentido que los creyentes le dan a la palabra”, o algo por el estilo. Se siente profundamente atraída por el ritual religioso: ha visitado centros Zen en San Francisco, visto los rituales aborígenes de danza con serpientes de los Hopi en el sudoeste norteamericano (actualmente, aún va regularmente a una iglesia episcopal, “pensando al principio que iba en contra de la imagen que tengo de mí misma”) Luego de pensarlo mucho, decidió, luego de graduarse de Stanford, aplicar para estudios de posgrado en religión en Harvard.

“En aquella época, en los sesenta, la mayoría de mis colegas no consideraban la religión un objeto digno de estudio” me dijo, cuando nos citamos una tarde en su oficina de Princenton. “Incluso Heinz, cuando lo conocí, pensó que era un tanto extraño. Pero estaba determinada. Cuando apliqué a Harvard, me dijeron ‘Espera un año. Hemos tenido mala suerte con las mujeres estudiantes, siempre renuncian y se casan’ Pero quería ir; así que mientras tanto obtuve mi máster en griego y luego entre al programa de religión de Harvard en 1965. Mis padres, está de más decirlo, pensaron que era sumamente raro”

Krister Stendhal (fuente)
A Pagels le interesan una miríada de distintas disciplinas: poesía, música, danza moderna, así que le pregunté si había decidido estudiar a la religión como parte de una búsqueda espiritual o académica. “Bueno… ambas, realmente”, responde. “Para mucha gente como yo, quienes se han decepcionado por la forma que toma la iglesia moderna, existe la idea que volviendo a una iglesia cristiana más temprana encontrarás una era dorada más pura, una versión más clara y simple de lo que luego se tornó más complejo y amplificado. Los cristianos al contemplar al mundo de hoy ven Cristianos Científicos, Católicos Romanos, Griegos Ortodoxos, Bautistas Sureños, Metodistas, Presbiterianos Derechistas, Pentecostalistas y concluyen que es una tremenda cacofonía de voces, una situación imposible. Cuando fui a la universidad con esa ingenua idea, uno de mis profesores, Krister Stendhal, quien fuera obispo luterano, me preguntó… ‘¿Por qué has venido?’, mi respuesta fue algo relacionado con encontrar la esencia de la cristiandad y él me miró de una forma muy penetrante y dijo: ‘¿Cómo sabes que tiene una esencia?’ En ese momento supe por qué había ido al posgrado: para que me hicieran ese tipo de preguntas. Pero estaba en la búsqueda de un fenómeno que explicaría tanto mi fascinación por el cristianismo como mi descontento con sus diversas formas institucionales. Pensaba que se encontraba muy atrás en sus comienzos, algo puro en sus revelaciones divinas. Lo que encontré, primero que todo, es que uno no puede regresar a esa revelación en ninguna forma en la que pudiéramos acordar es pura. En sólo una generación después de Jesús de Nazaret, ya había todo tipo de fracciones y más adelante muchísimas otras más. No sólo eso, sino que había fracciones y diferencias en los mismísimos evangelios. Era un cuadro mucho más complicado que lo que jamás había imaginado”

Nada le probó a Pagels lo complicado del paleocristianismo más definitivamente que su primer encuentro con los manuscritos gnósticos. El gnosticismo estaba lejos de ser desconocido en círculos académicos: pensadores ortodoxos del cristianismo primitivo escribieron extensivamente sobre el gnosticismo, fundamentalmente reprobándolo; escritores tan diversos como Gibbon, Blake, Melville y Jung estaban al tanto del gnosticismo e interesados en él. Entre las Guerras Mundiales, el académico alemán Hans Jonas (entre otros) escribió sobre las fuentes del gnosticismo. Pero cuando los Manuscritos de Nag Hammadi fueron descubiertos en 1945, la prueba concreta de las complicaciones paleocristianas, las diversas formas que tomó en esas primeras generaciones después de Cristo, se tornó indiscutible.

Muhammad Ali al-Samman (fuente)
Como fue el caso de los Manuscritos del Mar Muerto, el estudio de los homónimos de Nag Hammadi languideció por años debido a la confusión, burocracia y eruditas batallas territoriales. Por varios años luego que Muhammad Ali encontrara el legajo, estuvieron mayormente en las manos de mercaderes de antigüedades que intentaron hacer fortuna de ellos. Algunos papeles lentamente empezaron a estar disponibles para los académicos, pero fundamentalmente permanecieron desperdigados. En 1952, el gobierno egipcio declaró a los manuscritos propiedad nacional y aún asi en el mismo año un mercader se las apañó para vender un importante códice al Instituto Jung en Zúrich. Eventualmente éste y el resto de los Manuscritos Nag Hammadi fueron devueltos a El Cairo y puestos en el Museo Copto. A lo largo de la década de los cincuenta se le permitió a algunos académicos inspeccionarlos, pero aún no existía un sistema formal para su publicación. Finalmente, en 1961, el Director General de la UNESCO convocó a la publicación de los papeles y propuso el establecimiento de un panel académico internacional para preparar una edición de fotografías de los mismos. El primer volumen de esa edición apareció en el '72 y la serie fue completada en 1977. James Robinson, el director del Instituto para la Antigüedad y Cristianismo, quien era miembro del comité UNESCO, jugó un papel especialmente heroico, circulando copias de los manuscritos de forma privada para que muchos estudiosos tuvieron acceso al hallazgo mucho antes de su publicación oficial.

(fuente)
Pagels fue una de los académicos que obtuvo acceso al samizdat gnóstico. Estaba emocionada de encontrarse entre los pocos afortunados. Veinte años después del hallazgo, los textos era un parcial secreto a voces. La primera vez que oyó sobre el descubrimiento en Nag Hammadi fue cuando empezaba sus estudios de posgrado en Harvard y fue con el fomento de su mentor allí, Helmut Koester, que aprendió copto para poder estudiarlos. En 1970 completó su tesis doctoral sobre la lucha entre el cristianismo ortodoxo y gnóstico, y en 1975 viajó a El Cairo para estudiar los documentos de primera mano. Su experiencia allí fue maravillosa. En el Museo Copto trabajó en una mesa, encorvada sobre papiros que le parecían mucho más hermosos que cualquiera de las fotografías que había visto circulando en los Estados Unidos; niños jugaban cerca y una conserje trapeaba el piso mientras Pagels se paseaba por el Diálogo del Salvador, la Interpretación del Conocimiento, el Evangelio de María Magdalena y todos los otros extraños textos gnósticos: mitos, instrucciones místicas, épicas creacionistas, evangelios alternativos. Pagels se unió a un equipo internacional hecho de unas pocas docenas de profesionales que, bajo la dirección de Robinson, publicaron una edición inglesa de los manuscritos, titulada “The Nag Hammadi Library” en 1977.

Nag Hammadi Codex II, folio 32.
Principio del Evangelio de Tomás (fuente)
“Es gracioso, recuerdo leer la novela ‘El Mundo’ de Irving Wallace, la cual trata sobre alguien encontrando un evangelio secreto. Al final se revela que es algo trivial, una especia de estafa protestante, completamente aburrida y decepcionante. Pero cuando abres el Evangelio de Tomás, el cual permaneció oculta por muchos siglos, no es trivial en absoluto. Te encuentras con un Jesús hablando crípticamente, como en un kōan zen. Es en este evangelio, en uno de mis pasajes favoritos, Jesús dice: 
‘Cuando saquéis lo que hay dentro de vosotros, esto que tenéis os salvará. Si no tenéis eso dentro de vosotros, esto que no tenéis dentro de vosotros os matará." 
Muchos de los textos gnósticos se piensan fueron escritos después de los canónicos. Pero según Helmut Koester, es muy posible que el Evangelio de Tomás, o una parte, haya sido compuesto entre los años 50 y 100, esto es, tan temprano o antes que los de Marcos, Mateo, Juan y Lucas.

Hasta cierto punto el título “Los Evangelios Gnósticos” es muy amplio. No todos los papeles de Nag Hammadi son gnósticos en su origen, y no todos son, estrictamente hablando, evangelios. La variedad de textos hace que un análisis sintetizado sea muy difícil. Pero hay textos como el Testimonio de la Verdad, por ejemplo, en el que la historia del Jardín del Edén es contado a través de los ojos de la serpiente, un símbolo de sabiduría divina, según la literatura gnóstica. En esta versión, Dios amenaza a Adán y Eva, a la vez que la serpiente los empuja a comer la fruta de la sabiduría. Quizá el aspecto más importante del texto es que niega la Pasión de Cristo y ataca el entusiasmo canónico por el martirio (De hecho, varios de los papeles: el Apocalipsis de Pedro, el Segundo Tratado del Gran Set, el Tratado de la Resurrección, cuentan la historia de la Pasión de maneras muy diferente a la canónica, sugiriendo que Jesús no era un ser humano ordinario y que su sufrimiento no es modelo a emular). El Testimonio de la Verdad se burla de los mártires “vacíos” por sus desilusiones de redención y de pensadores como Ignacio de Antioquía o Tertuliano por recibir a los mártires como ofrendas a Dios; un Dios como ése, dice el texto, sería un caníbal.

San Ignacio devorado
por las fieras. (fuente)
Sin embargo, la visión ortodoxa del martirio y la de Cristo como ser mortal, prevaleció. ¿Por qué? Pagels escribe que el énfasis ortodoxo en el martirio era esencial para constituir a la Iglesia como una institución en el Siglo II. Líderes como Ignacio escribieron cartas acerca del martirio a varios grupos de la iglesia en momentos de terrible persecución cristiana, por lo que divulgar historias sobre el martirio era una manera de advertir a los otros, cerrar filas y elevar el espíritu. La visión gnóstica de Jesucristo como un ser puramente espiritual, en este caso, no servía para este propósito. Los padres de la Iglesia estaban justamente convencidos que el sufrimiento humano ordinario era validado a través de la visión cristiana ortodoxa de la historia de Jesús: un hombre ordinario martirizado por sus enemigos.

Otro texto que fascinó a Pagels fue “Truena: Mente Perfecta” un poema místico en la voz de una divinidad femenina:
Pues yo soy la primera y la última,
la honorable y la despreciable,
la prostituta y la respetable,
la esposa y la virgen (…)
Soy la estéril y la que tiene muchos hijos (…)
Yo soy el silencio incomprensible (…)
yo soy la pronunciación de mi nombre.
Evangelio de Felipe · Codex II, 3 ·
Biblioteca Copta de Nag Hammadi
(fuente)
Pagels sugiere que este pasaje representa una tendencia en la literatura gnóstica de darle un aspecto femenino a la representación de Dios. En el Evangelio de Felipe, el nacimiento de Jesús deriva de la unión del Padre de Todo, una divinidad masculina, y el Espíritu Santo, una presencia distintivamente femenina. El texto se burla de la noción ortodoxa de la concepción de Jesús independientemente de José: “No saben de lo que hablan”.

El movimiento paleocristiano mostraba gran apertura hacia las mujeres. El mismo Jesús desafió tradiciones judías al hablar libremente con ellas. Las mujeres actuaban como profetas, apóstoles y maestras, y los gnósticos generalmente afirman esto en la tradición de sus textos. Pero los cristianos ortodoxos nuevamente atacaron... y decisivamente. Una vez más Pagels dice que la victoria ortodoxa fue tanto política como teológica. Los líderes de la Iglesia simplemente no podían tolerar lo que veían como un interés feminista en la literatura gnóstica o en la jerarquía eclesiástica. Tertuliano, gran enemigo de los gnósticos, estaba escandalizado por la idea de mujeres huyendo hacia sectas heréticas y escribió:
“Estas mujeres herejes, ¡cuán audaces son!, no poseen modestia alguna, son tan atrevidas como para enseñar, para discutir, exorcizar, realizar curaciones y ¡muy bien pudiera ser que incluso quieran bautizar!” 
Para el año 200, el feminismo cristiano fue claramente finalizado por el texto conocido en el Nuevo Testamento como la Primera Epístola de Pablo a Timoteo
“La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” 
Este consenso de hegemonía masculina, “ha dominado la mayoría de las Iglesias Cristianas” escribe Pagels, “Casi 2000 años después, en 1977, el Papa Pablo VI, Obispo de Roma, declaró que las mujeres no podían ser sacerdotes porque '¡Nuestro Señor fue un Hombre!' Las fuentes de Nag Hammadi, descubiertas en paralelo a una crisis social sobre los roles sexuales, nos retan a re-interpretar la historia y revaluar la situación actual”

Pagels determinó a medida que leía los textos gnósticos que los padres de la Iglesia temían su extrañeza y variabilidad, especialmente la manera en que le daban mayor importancia a la trascendencia y al conocimiento individual sobre la obediencia al patriarcado ortodoxo. Sin embargo, algunos de sus críticos, incluyendo a Raymond E. Brown, un teólogo cristiano, creen que Pagels exagera sus aseveraciones sobre la importancia de los textos gnósticos. En una reseña mayormente negativa en el Times Book Review, Brown dice que en “Los Evangelios Gnósticos” Pagels utiliza poco más de “casi nueve décimos” de su disertación en los gnósticos, “lo que dejará al lector aupando por ellos y deseando que los cortos de mente de los ortodoxos no hubiesen ganado”. Brown de hecho arguye que los gnósticos eran elitistas y pensaban que el resto de los cristianos eran ignorantes. “Lean los textos, y puede que resulten ‘pro-conservadores’ concluyendo que ese viejo decrépito de Ignacio (el obispo ortodoxo de Lyons) tenía razón, después de todo, al considerar a los gnósticos como los más grandes locos del Siglo II”

Pero en general la crítica al libro fue positiva y se aceptó la garantía de Pagels que no intentaba realizar proselitismo o celebrar a los gnósticos, sino más bien subrayar la complejidad del cristianismo primitivo y explicar algunas de las razones políticas y sociales del ascenso de la ortodoxia.

“Una de las verdaderas razones por las que el libro de Elaine fue un éxito rotundo es porque volvió pedazos la premisa del movimiento ecuménico”, ha dicho Malcom Diamond, profesor emérito del Departamento de Religiones de Princenton. “Existía esta idea que podías volver a la presunta unidad de la iglesia primitiva, alejarte de la fragmentación de la cristiandad. Lo que Elaine mostró fue que había más fragmentación en esa iglesia primitiva que la que hay hoy en día. Eso fue alarmante y era sólo uno de sus muchos puntos. Quería demostrar, a través de los manuscritos gnósticos, el rol activo de la mujer en el cristianismo primitivo y cómo fueron expulsadas a la fuerza del gobierno eclesiástico. Proveyó esta perspectiva sobre los evangelios establecidos y las diversas tradiciones contra las que tuvieron que competir. Su punto era retornar a esa época cuando todo era posible y tomar en serio a todos los competidores y no sólo descartarlos. Su logro no es tanto de descubrimiento de algo nuevo sino más bien de una actitud novedosa sobre el material no canónico”

No sólo “Los Evangelios Gnósticos” ganó amplio reconocimiento académico y popular sino que la misma Pagels se convirtió, sin desearlo ni escogerlo, en una especie de sabia espiritual para algunos de sus lectores. Aún recibe cartas de gente embarcada en búsquedas espirituales describiendo sus encuentros con los Evangelios Gnósticos; algunas de éstas tratan a Pagels no como una investigadora de textos antiguos, sino como la evangelista o autora. “De vez en cuando se torna un poco raro”, dice riendo. Cuando la revista Vogue le pidió al actor Harvey Keitel una entrevista antes del estreno de “El Piano”, Keitel pidió que la entrevistadora fuera Elaine Pagels, porque “Los Evangelios Gnósticos” le habían cambiado la vida (Pagels, por su parte se rehusó a hacerlo porque “no sé cómo escribir de esa forma”, aunque sí estuvo presente en la entrevista por petición de Keitel) No hace mucho Pagels conoció a una mujer quien era la cabeza de la Iglesia Gnóstica de Palo Alto, California. “Me sentí encantada” me dijo Pagels, “Ella me contó que conoció algunas personas en el Aeropuerto de Orly que le contaron sobre una antigua orden, la Orden de María Magdalena”

“Pero esto es algo muy serio. Está fermentando. La gente está empezando a pensar en incorporar en el canon elementos cristianos que se habían perdido. Por supuesto, hay mucha gente que ha abandonado el cristianismo del todo y se han ido en búsqueda de modos más experimentales de acceder a lo divino, como los cánticos, canalizar espíritus, por mencionar algunos. El gnosticismo no es un asunto de fe. No se trata de eso. Por eso pienso que la analogía es con el Budismo Zen, o el Budismo en general. Tiene que ver con las dimensiones de la experiencia y la meditación. Es acerca de práctica, disciplina espiritual y la imaginación religiosa. Si ves uno los textos gnósticos, el Discurso sobre la Ogdóada y la Eneada es un diálogo entre un maestro y un estudiante. El estudiante ha leído todos los libros y el maestro le dice, ‘Ahora debes ir más allá de lo que has leído en los libros’, y trata de llevarlo a un nivel más elevado de contemplación, a un estado extático a través de mantras, cánticos y demás. Se trata de dejar las creencias atrás; gnosis significa conocimiento o entendimiento. No soy una misionera del gnosticismo, pero lo que me interesa es que abre otras dimensiones distintas a las disponibles en las iglesias o basadas en una declaración de fe, que usualmente es una serie de proposiciones en las que mucha gente no cree”

“Adán, Eva y la Serpiente” publicado en 1988 creció de “Los Evangelios Gnósticos” y ampliaba la idea de un cristianismo primitivo plural. Según Pagels, la historia de la Creación y el desafío de Adán de comer del Árbol de la Sabiduría, como aparecen en el segundo y tercer capítulo de Génesis fue ampliamente interpretado por los pensadores paleocristianos como una parábola de la libertad humana. Tal interpretación tuvo una fuerte influencia en el comportamiento: sexualidad sin estigmas, al matrimonio no se le consideraba menos santo que el celibato, el divorcio un acontecimiento lamentable pero tolerable. En las primeras manifestaciones cristianas como una secta judía disidente, sus seguidores abogaron por la noción de libre albedrío. “Siempre que el cristianismo siguiera siendo un movimiento perseguido, la mayoría de los predicadores cristianos proclamarían el simple y poderoso mensaje de libertad que atraía a tantos en el mundo romano, quizá incluso más a aquellos que nunca experimentaron la libertad en su día a día”

Con la conversión del emperador romano Constantino en el año 313 y la ascensión del Cristianismo como una religión mayoritaria, la interpretación de la historia de la Creación, la imagen propia del cristianismo occidental, cambiaría radicalmente. Cuando el monje y teólogo Joviniano arguyó que el celibato no era más sagrado que el matrimonio, fue denunciado por los teólogos del Siglo IV: Jerónimo, Ambrosio de Milán y Agustín de Hipona y excomulgado.

St. Augustine De Philippe de Champaigne -
Los Angeles County Museum of Art:
 online database: entry 171584, Dominio público (fuente)
Agustín, (cuyo padre pagano había promovido sus aventuras sexuales juveniles) renunció a un matrimonio cristiano que le habría garantizado riquezas y estatus social y adoptó una vida ascética. Escribió sobre el sexo en el lenguaje de un adicto, y como algunos adictos en recuperación, tomó una posición absolutista: no existe terreno medio en cuestiones de lujuria; el autocontrol es imposible, todos los hombres y mujeres fallan. En su interpretación del segundo y tercer capítulo del Génesis como la caída de la humanidad, Agustín rechazó la idea del libre albedrío y se alejó de la sexualidad humana por ser innatamente pecaminosa. Fue la interpretación agustiniana, escribe Pagels, la que se volvió la ortodoxia de la iglesia occidental, desplazando a teólogos tan prominentes como Justino Mártir, Clemente de Alejandría y Juan Crisóstomo. La interpretación de Agustín estaba vinculada no sólo a su experiencia personal y pensada para las políticas de su época: probó ser útil al emperador. Donde una vez una iglesia revolucionaria había predicado un mensaje de libertad enfrentada al opresor romano, ahora, como la religión oficial de Roma, describía la naturaleza humana como inherentemente pecadora, fallida, enfermiza y necesitada de la autoridad absoluta de la institución moral del estado, la Iglesia.

Una tarde en Princenton, le pregunté a Pagels por qué la lectura del Génesis de Austín o la versión de Satanás del Nuevo Testamento importaban hoy en día.

“Es cierto que muchos cristianos dirán, ‘Oh, el Diablo, ¿quién cree en eso?’, como si fuese una parte desechable del cristianismo. Los cristianos liberales dirían que el Diablo es irrelevante. Pero no es así. La tensión dramática de toda la historia de Jesús no funcionaría sin su presencia, porque, después de todo, es la historia de la derrota del Señor. ¿Por qué Jesús fallaría si no fue debido a una fuerza enormemente intensa y maligna? La forma de estas historias influye mucho en la manera en que pensamos. Los detalles son esenciales. Sólo imagínate, era tan sólo hace veinte años que la gente empezó a pensar que el uso de ‘El’ como un pronombre general podría considerarse exclusivo hacia las mujeres. En cierto momento, uno se da cuenta que sí hace una diferencia. Puede ser un ejemplo muy trivial sobre cómo se forma la cultura, incluso sin malicia alguna, pero apunta a la forma que tiene el orden social. En el caso de “el”, apunta a la eficiencia del patriarcado. En mi propio trabajo nunca me je molestado en cambiar el lenguaje, sino más bien en identificarlo (en este caso, el lenguaje sobre el Diablo) y en ver sus efectos en el orden social. Cuando pensaba sobre ‘Adán, Eva y la Serpiente’ noté que recientemente ha habido todos estos cambios de actitud sobre el divorcio y la homosexualidad, pero por mucho tiempo estas actitudes en la cultura occidental parecían estar escritas en el universo, ¿por qué?, ¿de dónde viene? Mucho de lo que parece escrito en la naturaleza misma, en realidad se trata de un patrón cultural. No tienes que creer en estas religiones para que tengan efecto sobre ti. El trabajo es emocionante porque empiezas a descubrir lo que los jungianos llamarían el inconsciente cultural.

Lo que me interesa es cómo estas imágenes e historias se relacionan con la manera en que vivimos ¿Cómo interpretamos nuestras propias vidas y entendimiento propio a través de ellas?, ¿cómo ese proceso imaginativo afecta nuestros sueños, cómo aparece en nuestras metáforas?, ¿cómo nuestra imaginación de lo invisible se relaciona con la manera en que actuamos, sentimos y pensamos? Está claro que las actitudes sociales que tenemos como niños están formadas por la historia de Adán y Eva. Satanás es una manera de percibir a los oponentes. Puedes no creer en esa mitología del universo, pero está en ti, es una percepción de fondo”

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Fotograma de "The Passion of the Christ" de Mel Gibson (fuente)
Pagels ofrece conferencias en universidades todo el tiempo, pero pocas han significado más para ella que la reciente charla sobre el libro de Satanás en la Harvard Divinity School. Partes del libro han aparecido en publicaciones académicas y le ha mostrado el manuscrito a algunos colegas, pero ésta era la oportunidad para ensayar sus argumentos frente a una sala repleta de estudiantes de posgrado y más importante, sus antiguos mentores, Helmut Koester, Krister Stendhal y muchos otros estudiosos del Nuevo Testamento y de la historia del Cristianismo Primitivo. Ese día, Pagels estaba saliendo de un resfriado contagiado por sus niños y para cuando nuestro taxi llegó al aeropuerto de Newark estaba pensando en dar la vuelta y regresar a casa. Pero unas cuantas horas después, en el podio de la Divinity School, parecía milagrosamente transformada: saludable y lista para la batalla. Pagels dio su lectura sobre el desarrollo del Satanás del Nuevo Testamento y su rol en el desarrollo del antisemitismo cristiano. Los evangelios del Nuevo Testamento, dijo, identificaron a Satanás, no con los romanos (a pesar del predominante rol romano en el juicio y ejecución de Cristo) sino con sus contemporáneos judíos, “el enemigo íntimo”. En el Evangelio de Marcos (23:13-15), por ejemplo, Jesús acusa a los Fariseos, la mayoría judía, de estar poseídos por el demonio y ser hijos “del infierno”; de forma similar, en la narrativa de la Pasión, Marcos (14:53-64) queda claro que los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas” se reunieron y “Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte”. Marcos concluye que la corte Judía, el Sanedrín, así como “la multitud” de mayoría judía, fueron responsables de la muerte de Jesús.

La figura de Poncio Pilatos, el gobernador romano, se hace cada vez más benigna con cada evangelio sucesivo; los enemigos judíos son retratados con una retórica cada vez más hostil. Mientras los testimonios históricos de la época, desde Filón de Alejandría hasta Flavio Josefo, describen la crueldad de Pilatos con detalle, refiriendo que rutinariamente acorralaba judíos sospechosos de actividades anti-romanas; éste se convierte en los evangelios en un personaje casi compasivo, mejor para pintar a los judíos como los agentes satánicos en la ejecución de Jesús. Los resultados sociales de esta interpretación de los evangelios es tal, que a medida que el movimiento cristiano se volvió más Goy (menos judío), sus seguidores encontraron una justificación canónica para odiar a los judíos. En un momento de la charla, Pagels miró hacia el repleto auditorio y dijo, simplemente, “Este material es doloroso”

Hacia el final de “El Origen de Satanás” se hace claro que mientras Pagels no se considera una evangelista de la sabiduría gnóstica, sí muestra en algunos casos una clara preferencia por la interpretación gnóstica sobre la canónica ortodoxa. Después de expresar su profundo arrepentimiento sobre cómo la figura de Satanás ha distorsionado la perspectiva humana y aumentado la agresión entre las gentes, acude al evangelio gnóstico de Felipe, el cual según ella, ofrece una discusión más sutil y promisoria sobre el bien y el mal. En el Evangelio de Felipe, Satanás nunca aparece. El mensaje enseñado no es que existe un enfrentamiento eterno entre el bien y el mal, sino que cada individuo debe conocer su potencial para hacer el mal. “En vez de visionar el poder del mal como una fuerza extraña que amenaza con invadirnos del exterior, el autor de Felipe urge a cada persona a reconocer el mal dentro de sí misma y a erradicarlo conscientemente”.

Al concluir la lectura, alguien resaltó que aunque Satanás es una figura crítica en los cuatro evangelios, está prácticamente ausente en el resto de la literatura del Nuevo Testamento; por ejemplo en las Epístolas de Pablo. Pagels no argumentó en contra de ello en el momento, pero luego me comentó que los Evangelios como literatura, tienen un poder narrativo que las Epístolas, a pesar de toda su importancia teológica, no pueden igualar. “El Origen de Satanás” es, de hecho, un libro unilateral. Pagels lo admite. Su intención no es el balance, en todos sus libros, le va mejor estremeciendo y reorganizando formas establecidas de pensar, dejando para otros el ajuste intelectual.

Una vez que los estudiantes y los invitados dejaron el salón, Pagels fue a cenar al club de la facultad con sus mentores y colegas. Escuchó bastantes críticas. Koester me dijo luego que veía “cabos sueltos” en el libro; "Pagels...", me dijo, encuentra evidencia de Satanás en textos “donde en realidad no está”. Stendhal desea que hubiese cubierto las Epístolas de Pablo, pero era más entusiasta: “Cuando el libro se publique, habrá por supuesto un cierto grado de actitud defensiva. La gente dirá que está exagerando. Pero no lo creo. La demonización es una de las plagas de la tradición religiosa, porque estás tratando con una retórica intensa, aún más intensificada por el voltaje de la divinidad. Mi único comentario sería que no ha tomado en cuenta las tradiciones y retórica compensatoria en el cristianismo: ama a tus enemigos, etcétera” De hecho, al final de su libro, Pagels sí menciona una tradición de generosidad que va desde Francisco de Asís al Reverendo Martin Luther King, Jr.

Luego de la cena, Pagels quería seguir hablando un poco más. Era tarde y supuse que con su resfriado, el viaje y el largo día estaría exhausta. Al contrario, dijo que se sentía curada, incluso cargada, por la conferencia y la discusión durante la cena.

“Luego que mi hijo murió, fui a la Iglesia del Descanso Celestial en la Quinta Avenida, sólo para ver si soportaría entrar para el servicio funerario que se llevaría a cabo un par de días despúes. Estaba con un amigo israelí. Era Semana Santa y permanecí allí mientras escuchaba la liturgia del Viernes Santo, toda sobre la muerte de Jesús, y probablemente porque mi amigo era judío, intensamente me conciencié de lo que se estaba diciendo. Me sorprendí, realmente angustiada, porque dentro de esa historia hay acusaciones terribles contra los judíos sobre la ejecución de Jesús. Me impactó profundamente, este lenguaje demoníaco. La animosidad entre los grupos humanos es universal, pero lo que aquí es diferente es la dimensión moral y religiosa de la animosidad. Los griegos tenían ciertos recelos a los judíos, los romanos resentimientos, pero el cristianismo agregó esta dimensión moral y religiosa”

De vuelta a Princenton unos días después, le pregunté si pensaba que el publicar “El Origen de Satán” tendría un efecto más allá de lo académico, si la puesta al descubierto del lenguaje demoníaco en los evangelios cambiaría en algo la demonización del mundo moderno.

“Cuando estaba hablando en Harvard sobre tratar de desalojar la suposición heredada de una estructura del bien y el mal en el universo, era algo que necesitaba hacer debido a los eventos sucedidos en mi vida. Eso no quiere decir que soy relativista sobre el bien y el mal. El libro es una meditación sobre el asunto de cómo percibimos el bien y el mal. Para mí, el libro se mueve de una consideración del patrón social sobre el bien y el mal, a una concientización de la capacidad del individuo para el mal.

Cuando leo los evangelios ahora y me topo con la figura de Satanás, en vez de saltar esa parte de la historia, la veo como una especie de bandera de advertencia y pienso, ¿qué está haciendo este autor en este momento?, ¿cuál es la pista?, ¿sobre qué grupo de personas estamos hablando y quién está diciéndolo? Me interesé mucho en la estructura de quién está siendo demonizado y quién hace la demonización. Es cuestión de darse cuenta en vez de sólo leer la historia rutinariamente. Cuando eso pasa, cambia la manera en que leemos nuestra propia historia. Hubo una época, por ejemplo, donde muy poca gente que no lo sufriera no era consciente del racismo como una idea; ahora es un cuestionamiento que forma parte de nuestra cultura. No está deshecho del todo, pero la mayoría de la gente encuentra imposible no darse cuenta del racismo. Lo mismo puede decirse del sexismo y la homofobia. Eso, también, es de lo que se trata el trabajo de Satanás y la demonización. Se trata de darse cuenta”

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Ahora que Pagels ha culminado con las pruebas de imprenta de “El Origen de Sarán”, está empezando a considerar su próximo proyecto. Esta vez, está pensando acerca del problema de participación religiosa: el contraste en la manera en que la gente participa en tradiciones y rituales religiosos, alejándose bastante de proposiciones básicas de la Iglesia. “Qué sucede cuando los cristianos, gente que fue criada cristiana como yo, se preguntan, ‘¿en realidad creo en eso?, ¿creo que Jesús es el hijo de Dios, o lo que sea? Y si la respuesta a esa pregunta es negativa, tienden a abandonar la tradición. Es muy diferente del Judaísmo. Puedes ir a la Cena de Seder y no importa si la persona a tu lado es practicante o sólo está en casa por las festividades. Todo el mundo puede participar en el Seder, o asistir al servicio. Lo que pienses o creas no es necesariamente importante. Más bien es un tipo de conexión con la comunidad. En la comunidad cristiana, eso no existe de esa forma, o no tanto. Mucha gente, si no cree, dejan las tradiciones religiosas detrás”

Algunas veces en nuestras conversaciones, tenía la sensación que el mundo invisible es aún una presencia muy fuerte para Pagels. Habla acerca de Heinz con frecuencia. Está allí en su charla y al parecer en su ser. La pérdida aún debe ser insoportable. Al mismo tiempo, me dijo que desde hace un par de años se ha estado viendo con “un hombre maravilloso” un prominente profesor de Leyes de Columbia llamado Kent Greenawalt. Al igual que Pagels, Greenawalt enviudó hace seis años, tiene tres hijos con edades que van de los diecisiete a los veinticuatro.

“Cuando ves a Elaine, ves a alguien que ha pasado por cosas horribles” dice su amiga Elizabeth Diggs. “Si algo terrible te pasa, puedes o ser heroico ante su horror y terminar siendo una persona mejor y más fuerte, o dejar que te disminuya, convertirte en una víctima y ceder ante la rabia y lástima. Luego de un tiempo, Elaine logró salir con la primera alternativa. Logró salir más grande, generosa, amable y más madura”

Al final de mi última reunión con Pagels en Pricenton, le mencioné lo que Elizabeth Digss había dicho, que había cambiado en los años posteriores a las muertes de Mark y Heinz. Sonrió y me respondió, “Al principio lo que sentí que cambió fue que involuntariamente tuve que asumir muchas de las tareas que Heinz hacía durante nuestra vida juntos, como padre, como proveedor, como contribuyente de impuestos, como organizador, como la persona que se encarga del auto. Hay ciertas estructuras ecológicas en cualquier matrimonio, algunas con prejuicio de género y otras no. Simplemente, la gente asume ciertos roles. De alguna manera, tuve que hacer de todo. Pero especialmente, también quería asumir el reto de no rendirme, de no desesperarme. Porque Heinz estuvo siempre del lado de la vida. Amaba la vida. Estaba lleno de una emoción explorativa, interés, pasión. Me di cuenta que para él sería deshonroso decir: ‘No puedo con esto, no puedo continuar, es muy difícil’. De alguna manera quería asumir algunas de las cosas que había aprendido de él, la manera en que se abrazaba a la vida, con todos sus peligros y dificultades. Me reté a hacer eso. No puedo decir que lo haya hecho, pero es lo que he querido”

“El Origen de Satán” se publicará en Junio. Está dedicado a los vivos: “Para Sarah y David con amor”. Ese mismo mes, Pagels se casará con Kent Greenawalt en una Iglesia Episcopal en Princenton. “Es como el comienzo de una vida diferente”, dice.


Elaine Pagels recibió la Medalla Nacional de Humanidades (la máxima condecoración civil en EEUU) de manos del Presidente Obama  en Septiembre 2016 a los 73 años de edad (fuente)